11.10.06

Juegos



EL JUEGO más común entre los araucanos es el que llaman llighen, y consiste en cuatro habas partidas por la mitad y pintadas de negro por dentro. Estas habas se agitan entre las manos como los dados y se tiran sobre una carpeta puesta en el cesped. Si las pintas que caen al lado exterior son pares, gana quien tira, y si es nones no pierde nada.
Este es el juego en que el indio apostrofa las habas cuando pierde y las elogia cuando gana. Mientras dura la partida, la ansiedad se pinta en su semblante, sus manos agitan convulsivamente las habas y su lengua enhebra un recitado melancólico, marcado con todos los sellos de la pasión. Cuando la suerte le es fatal interrumpe su canto, echa mano a su cuchillo y hace manar la sangre de sus venas.
Antes no usaban el naipe. Cuando más se valían de él para contemplar las figuras que representan; pero ahora están tan instruidos en las cartas, que ya casi no hay juego que ignoren. Además de la primera, monte, treinta y una, veinte y siete, once, tenderete, saben otros muchos que han inventado ellos o aprendido de los chilenos.